Cosas raras encontradas en el aeropuerto de Frankfurt

A veces los hallazgos son exóticos, como estos dos caballitos de mar disecados que fueron hallados en 2016 en el aeropuerto de Frankfurt, cuya terminal es la más concurrida de todos los aeropuertos de Alemania.

Todos los días se dan casos de contrabando ilegal en el aeropuerto de Frankfurt, e incluso sucede a veces que no queda claro si lo que vemos es una rareza de coleccionista o derechamente está fuera del marco de la ley. En el caso de esta daga, en todo caso, está claro: viola la legislación alemana sobre armas.

Las copias, a veces sofisticadas, a veces burdas, de conocidas marcas de ropa y zapatillas siguen siendo una de las formas de falsificación más comunes que descubren los funcionarios en los aeropuertos. En la imagen, un clásico ejemplo de copia de calzado deportivo: se ve bien, pero es de peor calidad que el original.

El marfil es un material que abunda en los decomisos, porque su tráfico es un negocio muy rentable. Sin embargo, comprarlo o venderlo puede ser una violación a la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres.

Los funcionarios determinaron que la corriente de este encendedor de cigarrillos eléctricos era demasiado elevada, una violación a la ley que los oficiales no estuvieron dispuestos a tolerar. Por eso fue decomisado. La seguridad de los pasajeros ante todo.

A veces las copias son burdas, como esta imitación china de los clásicos bloques de Lego. Entre Lego y Lepin hay solo tres letras de diferencia, suficientes para que el engaño quede en evidencia.

A veces en el trabajo de revisión de maletas, bolsos y mochilas, los agentes de la aduana deben tener ojo de lince para detectar los engaños. El año pasado, por ejemplo, descubrieron que estos cortaúñas no son los que se producen realmente en la ciudad de Solingen. Un engaño tras otro...

A veces municiones de todo tipo de armas también caen en manos de los funcionarios. Lo terrible es que no se trata de casos excepcionales, en modo alguno, y muchas veces no son balas, sino armas de fuego las que son descubiertas por los expertos.